jueves, 7 de junio de 2012

TRANS MONTES BLANCOS TRAIL 50K

Desde el domingo, llevo leidas unas 39724982492498 crónicas distintas de la TMT50. Más que una carrera de atletas creo que eso era un Congreso de Blogueros Suicidas! El caso es que todas destacan el calor, el árido paisaje, la dureza del recorrido, el calor, la valentía del personal, las condiciones extremas, el calor, la hora de salida, el calor, la falta de sombras, la sed, la magnífica organización, el calor, la cercanía con la muerte, el agotamiento...

La mía no va a ser una excepción porque sí, hizo calor. Mucho calor. Como decían en Sevilla...más calor que vigilando un puchero!! El calor fue el factor que condicionó todo lo demás, picaba tantísimo el sol que no se podía pensar y correr a la vez. Sin embargo, mi crónica se va a desmarcar un pelín del resto y va a ser un poco más optimista. Y digo esto porque, a pesar de que es la carrera más extrema y brutal que he hecho hasta ahora en mis 23 añitos de existencia, la acabé mucho mejor de lo que me esperaba. Evidentemente sufrí como todos, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza abandonar o tuve ganas de mandar las zapatillas a cascarla!

Llegué a La Puebla de Alfindén sobre las 12 de la mañana tras mi desayuno de bacon y huevos fritos con Paco (finisher de UTMB, Sables, Vuelta al Aneto, Ironmans y quién sabe qué más...) y Karlos (un Siétamo Runner que reconoce no tener zapatillas "de asfalto" entre otras virtudes). O sea, nivelazo. Cogimos los dorsales
y, antes de disfrazarnos de corredores, hicimos una paradita en el bar. Paco se echó un café y yo saqué mi taper de macarrones con atún que me había preparado para no tener hambre luego. Que eso de empezar una carrera a la 1 de la tarde no se ve todos los días...

Karlos, Paco y Martín antes de salir (todavía limpitos)
Mientras nos cambiábamos, ajustábamos la mochila, nos embadurnábamos en crema solar y todo eso; a mí me empezó a invadir esa sensación de que toda la gente que hay ahí está mejor preparada que tú. Siempre la tengo, observo a esos "galgos" y pienso que para cuando ellos vayan por el K7 yo estaré aun por el K2. El caso es que cuando más alto estaba el Sol sobre el cielo, a la 1 de la tarde, comenzó la TMT50!!


A pesar de no haber hecho nunca una carrera tan larga y en estas condiciones tan "simpáticas", ya me suponía que iba a ser un esfuerzo más mental que físico. Así que decidí tomármelo con muuuuuucha calma y no pensar en una carrera de 50K sino en 5 carreras de 10K. De avituallamiento a avituallamiento, un descansito y venga...un 10K nuevo con las pilas cargadas! Y eso hice. Me pegué a Paco como una lapa y decidí imitar lo que él y el resto de la gente hacía, ya que el novato ahí era yo. Cuando todos corrían yo corría; cuando todos andaban yo andaba. Con esa mentalidad y charlando todo el rato de esto y de aquello, nos plantamos en el primer avituallamiento en 1h10min me parece. Apuré el agua de la mochila, la rellené con el agua que nos daba la organización, me tomé un gel y...a por el segundo 10K!

Disfrutando de las abundantes sombras
En este segundo tramo contamos con la compañía de Karlos, que habíamos pillado en el avituallamiento. Ahora la conversación se extendió a los tres. Corríamos en los llanos y las bajadas, andábamos en las subidas, hablábamos de cómo en esos campos podía crecer algo, cantábamos la canción de Don Quijote y Sancho Panza víctimas de espejismos y delirios, bebíamos traguitos de agua...y con paciencia y soportando el calor de las 3 de la tarde llegamos al segundo avituallamiento. Aquí ya se empezaban a ver las primeras malas caras. Gente que estaba cerca de su límite pensando en dejarlo, gente que necesitaba más agua de la que nos daban, gente que se tumbaba en el suelo sin pretensiones de levantar...Sorprendentemente, yo iba super fresco. Para ser que era el K20 me encontraba perfecto. Tenía calor como todos, pero con un traguillo de agua, un gel y una meadeta en un matujo estaba ya listo para proseguir la marcha!

Paso con Karlos por el K22
Tercer tramo: del segundo al tercer avituallamiento (K19 al K28). Aquí ya se empezó a complicar el asunto. Estábamos en la franja de las 3 y media de la tarde y fue el peor cacho sin duda! Un trozo más feo que el portero del infierno! Sin embargo, es sencillísimo de resumir. Con cinco palabras sirve: calor, rectas, secarral, yeso y soledad. ¿Os podeis imaginar no? Unas rectas más largas que su puta madre con el sol pegándote en la nuca, sin poder mirar a ningún sitio para distraerte porque no había más que tierra seca y campos sin final, cada pisada levantaba una nube de yeso y tanto si mirabas alante como atrás...no veías a nadie. Para esa hora se había retirado ya bastante gente y quedábamos poquitos por aquellos caminos. Paco encendió su "modo Diesel" y se adelantó, a Karlos a veces lo tenía por delante y a veces por detrás...el caso es que me quedé solo en medio de la nada y eché mano del recurso para los momentos duros: el Ipod. Puse mi famosa playlist (estoy siendo acosado por incluir una canción de Alejandro Sanz) en modo aleatorio y apareció por ahi el Flying Free de Pont Aeri!! Temazo maqui-chungo para momentos de subidón!! Será una tontería, pero me puse medio a bailar en medio del camino y me funcionó como si fuera un gel energético. Bajé la cabeza para no ver lo que tenía por delante y empecé a trotar a la marcheta. Sobre el K25 me encontré con un chaval que llevaba más o menos mi mismo ritmo y juntos llegamos hablando al tercer avituallamiente en el K28. Llevaríamos unas 4 horas en marcha...

En plena sudada
Este era uno de los mejores paisajes del recorrido y quisimos retratarlo con Willy

 El tercer avituallamiento era un punto psicológico puesto "a joder". Ahí acababa el primer bucle de 28K y empezaba el segundo de 23K...pero es que estábamos a menos de 1 kilómetro de la meta! La tentación era grande, el calor cada vez iba a más y aquí mucha gente lo dejó. A mi "nuevo amigo" y a mí ni se nos pasó por la cabeza. Había que llegar al dichoso Toro de Alfajarín y para ello íbamos a seguir. Yo tenía las piernas cansadas, me empezaban a doler los pies pero el ánimo y la moral seguían intactos. Bueno no, miento. No estaban intactos. Estaban mejor que al principio!! Igual es poco solidario esto que voy a decir, pero los rumores que nos llegaban de que se estaba retirando mucha gente nos hacían más fuertes y nos animaban aun más a continuar...ya lo siento!

Crestas de Alfajarín

Nada más salir del avituallamiento ya se veía. Ahí estaba. Sobre la colina. Majestuoso. Grande. Negro. Con sus dos huevazos colgando...el Toro de Alfajarín!! O sea, uno de tantos toros de Osborne que decoran las carreteras españolas. Verse se veía pero hasta llegar a él aun quedaba un cachito...y qué cachito!! Un camino paralelo a la autopista que luego giraba a la izquierda para ponerse a crestear en un constante sube y baja que te reventaba las garras. Tras la peor rampa de toda la carrera, que estaba en el K32, llegabas al puñetero toro. Te ponías debajo y un amable fotógrafo te retrataba. Cada uno ponía la cara que podía. Ya no había fuerzas ni para salir guapo ni para poner sonrisitas. Llevábamos ya 4 horas y pico en movimiento, un calor del carajo, 32 kilómetros en cada pierna y muchas subidas como para encima posar bajo los cojones de un toro de metal contrachapado.
 
Sudando para llegar al toro
En Alfajarín estaba el siguiente avituallamiento, sería el K34 o así. Llegué con mi "nuevo amigo" y ahí me encontré con Karlos y Paco. Los cuatro salimos del pueblo al unísono. Es gracioso que yo ya pensaba por mis adentros: "venga Martín, que sólamente quedan 16 kilómetros...esto lo tienes hecho ya!" Recuerdo que esto mismo se lo dije a Paco para animarle un poco porque estaba pasándolo mal debido a unos problemillas en las tripas con un gel. Concretamente le dije: "venga Paco, que esto es como ir al Pueyo y volver...no queda nada. Lo haces todos los domingos!" A lo que él contestó: "Qué fresco vas, cabrón!!!" Es cierto, iba bien. Iba con el ánimo alto, pasito a pasito, viendo que iba a ser Finisher, que me quedaban fuerzas y que lo peor había pasado ya. Esas palabras de Paco me dieron un nuevo subidón de moral.

Por suerte, el cielo se había nublado y ahora los corredores de la carrera de 23K nos adelantaban como motos. Lógico, ellos llevaban unos 6 kilómetros y nosotros 35!!! La diferencia era obvia. Karlos tiró por delante y no lo volví a ver, Paco se quedó un poquito descolgado y yo proseguí el camino con mi "nuevo amigo". Lo llamo así porque hasta ahora no sabía cómo se llamaba. Cuando me dí cuenta allá por el K37, le pregunté tras dos horas de travesía juntos por el desierto: "por cierto tio, cómo te llamas??". "Willy". "Yo Martín, encantao". Así que nada, Willy y yo, yo y Willy, juntos desde el K25 sin saber nuestros nombres y que ya estábamos buscando el K40. Nos compaginábamos muy bien porque los dos queríamos andar y trotar en los mismos sitios. Llevábamos un ritmo muy parejo. Alternábamos el correr con el andar para avanzar sin pausa y con cansancio mínimo. Por fín y tras una serie de censurados juramentos aparecimos en el último avituallamiento antes de meta, que el graciosillo de él no estaba en el K40 sino en el K42. Es decir, en la maratón. Miré el reloj y llevábamos 6 horas de aventura...eran las 7 de la tarde.




Hacía ratos que sabíamos que íbamos a terminar la TMT50. También era su "primera vez" en una carrera tan larga. Éramos los dos unos novatillos y por eso nos íbamos animando el uno al otro en voz alta. Nos quedaban 8 kilómetros de bajada y nos propusimos hacerlos antes de que dieran las 8 de la tarde para bajar de las 7 horas. Aumentamos el ritmo y los kilómetros empezarón a caer solos fruto de la motivación de estar más allá de la maratón. K43. K44. K45. Aquí yo me veía "fresco" y me vine arriba. Le pregunté a Willy si le importaba que elevara el ritmo para adelantarme y me dijo que no, que él ya llegaría un poquito más tarde. Así que engrasé los pistones y palante! Igual los engrasé demasiado porque se me acabaron haciendo largos los 3 kilómetros finales. Cuando llegué al K49 llamé a mi novia, que estaba en la meta, para decirle que sólamente me quedaba un kilómetro. Mientras hablaba me adelantó una bala amarilla, de nombre Willy que me dijo "en este último voy a volar!!!". Y coño si voló. Enseguida dejé de verle porque no podía seguirle. Fue un buen bañito de humildad para mí...

Foto sacada por Judith llegando al campo de fútbol...

Así que el último kilómetro lo hice solo. Ya solo pensaba en el arco de meta, en que Judith me estaba esperando allí, en el trofeo de Finisher y en la cerveza que me iba a tomar luego. El conjunto de las cuatro cosas hizo que llegara a la meta más cansado que nadie pero más contento que ninguno. Recorrí la alfombra roja y terminé! 50 kilómetros en 6h58minutos con una temperatura media de más de 30 grados!!! Si me lo dicen hace unos años me echo a reir...

FINISHER DE LA TMT50!!!

Los momentos siguientes a terminar estaba un poco entre aturdido y desorientado. Nunca había tenido una sensación tan rara en el cuerpo. Era como si no pudiera pensar. No sabía si estaba cansado, contento o mareado. Me hice la foto de rigor con el torito pequeño y mi camiseta llena de mierda, recibí las felicitaciones de Judith, Willy, Karlos, Paco, Javi Mariño...y me fui a la ducha. Ahora sí. Tras la ducha reponedora, vuelta a la normalidad. Ya sabía dónde estaba y que había terminado una carrera de 50 kilómetros por el infierno. También sabía que tenía una ampolla en la planta del pie y otra en el pulgar bien hermosas...

Y tras el chapazo de resumen que acabo de escupir, unas reflexiones tontas:

  • Tomamos la salida 111 personas. 34 abandonaron y 67 llegamos a meta. O sea, el logro de esta carrera era llegar a meta. Debí quedar sobre el puesto 40, aunque eso ya es lo de menos...
  • Creo que si yo fui Finisher y otra gente mucho más preparada no, fue por el planteamiento. Me da la sensación de que muchos se tomaron esta carrera como "una maratón un poco larga" y no como un trail. Querían correr y no andar y eso, con este calor, era un suicidio. Yo no sé si caminé mucho o poco, me limité a imitar lo que hacían los de mi alrededor. Probablemente fui muy despacito todo el rato, pero prefería eso a quedarme tirado en mitad de un camino y que se me comiera una bandada de buitres. El caso es que, sea como fuere, terminé contentísimo y animado para probar más carreras desérticas de este estilo.
  • Intenté hablar con la gente, sonreir, aplaudir y hacer gracietas todo lo que pude. Parece una tontería, pero llevar el ánimo alto es clave para este tipo de salvajadas. 
  • Esta carrera está diseñada y pensada para ser un infierno. Se inventó para eso y, gracias al Astro Rey, se ha cumplido. Lo de salir a la una de la tarde a cerca de 40 grados es algo que sólamente puede traer problemas. Sin embargo, ahí estábamos 111 personas que preferían hacer eso a estar en el sofá de casa con el ventilador en la cara...
  • Los organizadores tuvieron la genial idea de poner una báscula para pesarnos antes y después, como los pilotos de F1. A las 12:55 yo pesaba 78 kg y a las 20:10 pesaba 74 kg ¿dónde están esos 4 kilos que faltaban? Nunca lo sabremos...
  • En mi vida he visto campos más secos y paisajes más ariscos y monótonos que los que ví el sábado! Yo buscaba una carrera dura para entrenarme mentalmente de cara a la Ultra del Sobrarbe y no pude elegir una ocasión mejor. Ahora pienso que va a ser el Edén. Al lado de esto, correr bajo la Peña Montañesa será un regalo para los sentidos...
  •  Ir acompañado siempre es la clave, quedarse solo es lo peor. Correr junto a Paco y Karlos, que tienen muchísima más experiencia que yo en estas cosas, me fue de lujo. Lo mismo que con Willy, sin no nos hubiéramos encontrado me habría sido mucho más dificil terminar...
  • Enhorabuena a TODOS los participantes, los que llegaron y los que no. El simple hecho de ponerse en la línea de salida sabiendo la que se nos venía encima es porque tenemos los huevos más gordos que el Toro de Alfajarín!
  • Enhorabuena a la ORGANIZACIÓN. Esta carrera se va a afianzar en el calendario segurísimo porque todos vamos a hablar muy bien de ella. Nos han tratado genial, muy cercanos tanto a través del Facebook como luego en el pueblo. Solo apta para valientes y gente que busca un gran reto personal que superar.
  • Y enhorabuena a la organización también por saber dibujar un recorrido de 50 kilómetros sin una puta sombra!!! Y cuando digo sin una es sin una. A mí me parece que tiene más mérito esto que terminar la carrera...




Nada más, después de semejante ladrillo de letras me voy a dormir que mañana hay faena. Conforme salgan más fotos y videos las iré subiendo también. Un bratso barbastrense desde Zaragoza!!


14 comentarios:

  1. Genial la entrada Martin....me la.he empapado de un tiron, me he reido.y he sufrido a la par....por cierto.el.domingo 15 de julio hay una de 45kms.en los monegros.que no se si te apeteceria......jejeje. Un bratszo!

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    1. Macho, es que los tienes cuadraos!!! Por qué no me lo has dicho antes??? jajajajajaja

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  2. Enhorabuena Martín!!! Has dado en el clavo. Cuando imaginaba la carrera en mi cabeza, quería que fuese el infierno en la tierra. Héctor era más benévolo, pero yo quería sangre, sudor y lágrimas.

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    1. Eso mismo dijiste en la presentación en la tienda de Barrabés y conseguiste ponerme los huevillos de corbata! jajaj

      Os habeis inventado de la nada una magnífica carrera. Pronto será una referencia a nivel nacional para aquellos que buscan algo duro y peleón! Yo, en cuanto pueda...volveré a probarme!

      Enhorabuena, mucha suerte de aquí en adelante y un abrazo!

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  3. Bonita crónica no vemos en al Peña montañosa

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    1. Muchas gracias! Tengo unas ganas de correr bajo la Peña que no veo...

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  4. Enhorabuena Martín,
    Estupenda crónica y mejor carrera.
    Un saludo

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    1. Gracias Fernando! Te debo una entrada con la música enlazada para pinchar y escuchar ;)

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  5. Enhorabuena y toda la envidia del mundo desde un No-finisher que sufrió como un ceporro. Estoy seguro de que disfrutarás en el Sobrarbe, dale un beso a la Peña Montañesa de mi parte!!!!

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    1. Eso tiene fácil arreglo! Ahora ya sabiendo lo que hay, el año que viene vuelves y serás Finisher SEGURO! Le daré recuerdos a la Peña Montañesa, no lo dudes...muchas gracias!

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  6. Yo no me he leido tantas cronicas como tu... simplemente me he sentado a esperar la tuya con la certeza de que seria la buena.
    Enhorabuena por tu ultra, Dakota Cu, lo hiciste todo perfecto. Pero ojo no te confies en el Sobrarbe, ese dia tienes que volver a hacer las cosas bien, que las ultras son muy largas y mu traicioneras.
    Gran cronica. Un abrazo.

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    1. Estas palabras, viniendo de un figura como tú tienen triple efecto Paco! De no ser por tu compañía y tu experiencia en estas pruebas seguro que no habría disfrutado tanto.

      Para el Sobrarbe tranquilo que no voy confiado, llevo el rodaje hecho, lo que voy es con unas ganas que firmaría para que fuera ya mañana!! Será duro, pero ese día voy a disfrutar como nunca.

      Muchas gracias por todo de nuevo! Un placer haber compartido esta experiencia contigo...espero que vengan muchas más!

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  7. muy buena la crónica. ideal para novatos en este tipo de carreras.

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    1. Viniendo de un novato así tiene que ser! Gracias y un saludo!

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