domingo, 21 de abril de 2013

SUBIDA A ESTÍBALIZ 2013

Lo que parecía que iba a ser otro fín de semana sin más, cuyo mayor aliciente sería la participación en la tradicional carrera de la SUBIDA A ESTÍBALIZ 2013, se ha convertido en un finde chulísimo y lleno de actividad. Lo único que ha cambiado es que, así de repente y aprovechando que el martes es festivo en Barcelona, Judith se cogió el coche y apareció el viernes en Vitoria. A final de la tarde fuimos de tapeo por la ciudad, ayer pasamos el día en el valle de Orduña y hoy...a correr. Bueno, yo a correr y ella a esperarme en meta. ¡Qué paciencia han de tener estas personas a las que les ha dado por emparejarse con nosotr@s, egoistas  corredores y corredoras, que no nos importa hacerles esperar varias horas bajo un arco de meta hinchable patrocinado por una Caja de Ahorros cualquiera!




En fin, que a las 10:30 de la mañana estaba ya colocadito en la línea de salida del barrio vitoriano de Armentia. Alrededor, más de 800 personas y por delante 15 kilómetros de asfalto y tierra que terminaban en el Santuario de Estíbaliz. Trazado más bien plano aunque con algún repecho, siguiendo la "Via Verde" del antiguo ferrocarril vasco-navarro. Día fresquito pero soleado y con ganas de correr rápido. Tanto, que al dar la salida me he vuelto un poco loco y me ha dado por ponerme por la zona delantera del pelotón. Consecuencia: primer kilómetro a 03min56seg y segundo kilómetro a 04min04seg. Ande vaaaaaaaaaaaas! Freeeeeeeeena!
 
Burros en Orduña

He intentado bajar ritmo y pulsaciones pero llevaba ya las piernas lanzadas y no lo conseguía del todo. O por lo menos, me costaba bajar hasta los ritmos a los que estoy acostumbrado y voy más cómodo. Así que, me la he jugado (lo que se dice hacer un "todo al rojo") y he seguido dándole brea a las patas. El avituallamiento del K5 me lo he saltado. En el del K10, al que he llegado en 43 minutos, ya he parado para beber agua. El sol apretaba con gusto y las sombras escaseaban en el camino. Eso sí, el terreno muy corrible y el paisaje precioso a estas alturas del año. Primavera pura y dura, llena de campos verdes y floreados. En los últimos 2 kilómetros, que se me han acabado haciendo un poco largos, he tenido que apretar los dientes y distraer la cabeza para llegar al Santuario como Dios manda (nunca mejor dicho). 




En total: 15 kilómetros en 1h06min25seg, posición 150º de 864 participantes, 1092 kilocalorías quemadas y un ritmo medio de 04min25seg. Increibles números para lo que yo suelo hacer, me he quedado alucinado cuando me ha vuelto la sangre al cerebro y he podido pensarlo bien. Al cruzar la meta, todos los participantes hemos recibido como obsequio un cartón de leche. Sí, un cartón de leche. Estos vascos son así de chulos...





Y hablando de vascos que son la leche, andaba por allí dando vueltas recien llegadito del desierto Martín Fiz: el vitoriano más ilustre (con el permiso de Gaizka Toquero) y campeón mundial de todo lo que se puede ser campeón en esto del atletismo. No soy yo mucho de hablar con famosos porque me da vergüenza, pero aprovechando la situación y que tenía fotógrafa, le he echado valor y me he acercado a interrumpirle. Seguro que no era el primer tio plasta de la mañana:

-MartinQ: Hola Martín, ¿qué tal? ¿te acuerdas de mí? 
-MartínF: Hola. Eeeeeh, sí claro! Eres Martín el de Barbastro, no?

Etcétera, etcétera, etcétera. En la pasada media maratón de Barbastro, me acerqué también a él para comentarle que este año venía a vivir a Vitoria y que era aficionado a correr. Me dijo que seguro me gustaría esta ciudad y que esperaba verme en el Maratón que él mismo organiza. Hoy le he confirmado mi asistencia. Un detallazo por su parte que todavía se acordara de mi careto, demuestra mucho de un tipo que si quisiera podría ir de "estrellita" pero, al contrario, prefiere ser una persona normal y accesible. Chapeau por mi tocayo! No todos los días el mejor maratoniano de la historia de este país te saluda y te llama por tu nombre...aunque sea el mismo que el suyo jajajaj

Cartón de leche: preciado tesoro.

Tras esta gran anécdota, meter en la bolsa el valioso litro de leche y una duchita en casa, nos hemos ido con Judith a comer a una sidrería para recuperar las calorías perdidas por el camino. Alubias, ensalada, txuletón de medio kilo, cuajada y sidra tamaño vasco. Al salir de allí con todo eso dentro del cuerpo, costaba esfuerzo respirar y andar a la vez. No ha quedado más remedio que parar en un césped a echar la siesta bajo el sol. 

Txuletón

Kupela de la sidrería

Lo próximo ya será un exámen para sacar nota: el Maratón 42K Martín Fiz. Ahora que ya me he tirado el triple delante de su mentor no me puedo echar atrás. Por tanto, faltan 21 días para el maratón de Vitoria-Gasteiz. 



Saludos euskaldunes!

4 comentarios:

  1. Te estas poniendo las botas en todos los sentidos eh Martín?...correr y comer a destajo....aprovecha esta experiencia tú que puedes....y lo de Martintxo....qué puedo decir, es un tío impresionante y creo que sus dos pasos por Barbastro le han dejado huella....pero de la buena...
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entre Martines nos entendemos, he ahí la cuestión...jajaja

      Eliminar
  2. bueno Tin, tiempazo absoluto¡¡¡¡ pero por favor relájate....que te queda mucho por correr.



    ResponderEliminar