Corriendo entre viñedos: XVI DESCENSO NACIONAL DEL CINCA

De vez en cuando hay que probar cosas nuevas y reinventarse (a lo Madonna) porque no todo en esta vida va a ser correr. Por eso, el pasado domingo aparqué las zapatillas y me lancé al rio para participar con unos amigos en el XVI Descenso Nacional del Cinca

Se trata de una prueba con modalidad competición y popular que consiste en bajar remando en piragua por el rio Cinca desde Fraga hasta Mequinenza. Tan fácil de explicar como eso. 19 kilómetros de recorrido acuoso y casi 700 personas que nos juntamos para palear a la vez. Algunos sabían de qué iba el asunto, pero la gran mayoría no teníamos ni idea de cómo había que hacer para remar correctamente y bajar por los rápidos. En representación de todos los piragüistas de Barbastro acudimos 6 amigotes: Bea, Cristina, Jaime, Judith, Sandra y yo.

ALGUNOS DATOS TÉCNICOS

Piragua: azul biplaza semiabierta.
Dorsal: 041.
Nombre de la pareja: Judith.
Experiencia piragüera previa: nula.
Ilusión: máxima.

Al ataque!!

Equipo 041

A las 10 de la mañana dan el pistoletazo de salida desde el embarcadero de Fraga y salen los profesionales, que empiezan a remar como si no hubiera un mañana. Cinco minutos más tarde es el turno del populacho, y casi 600 personas nos metemos simultáneamente en el río repartidos en piraguas de una, dos y tres plazas.

Fraga

El lío que se monta ahí es para verlo! Piraguas que te chocan por la izquierda, por la derecha, un remo que te da en la cabeza, una piragua cruzada en medio del rio, piraguas que vuelcan y dejan gente flotando por el cauce, uno que te da por detrás y te desvía, otro que te avisa de que te va a chocar y no sabe como frenar, otro que se va contra los árboles de la orilla sin poder evitarlo...

Aproximadamente por el K2, después de haber visto volcar a mucha gente y cuando parecía que nosotros ya nos habíamos salvado, entramos un poco cruzados en un rápido y mientras otra piragua nos bloquea por la izquierda...nuestra embarcación se empieza a llenar de agua. Al ser semiabierta, se nos embalsa el chiringuito y poco a poco vemos cómo se nos traga el Cinca. No quedan más pelotas que nadar empujando la piragua para sacarla a la orilla y achicar agua. Con más dificultad que otra cosa y tras una serie de sinceros juramentos, conseguimos vaciarla y emprender de nuevo el descenso. Este será nuestro único percance en toda la mañana pero que, casualidades de la vida...ha sido captado en directo por AragónTV!

Captura del telediario de AragónTV: Judith y Martín en apuros

Una vez remojados, fresquitos y con el cupo de volcadas ya cubierto...el resto del camino es coser y cantar. La siguiente parada está en Torrente de Cinca (aproximadamente el K7) donde hay un avituallamiento de refrescos y fruta. Allí nos reencontramos con nuestros compis barbastrenses de expedición, que entre el jaleo de la salida y nuestro madrugador percance ya habíamos perdido.

Tras el almuerzo tenemos por delante la segunda parte del recorrido (que no es lo mismo que la segunda mitad, ya que estamos en el kilómetro 7 y en total son 19). No sé resumirlo muy detalladamente porque para mí, inexperto piragüista, es casi todo igual. Rio, rio y más rio.

A pocos kilómetros de llegar, entramos en el pantano de Mequinenza y la cosa se complica. Aire de cara, corriente en contra y cansancio acumulado. Un poco antes de las 2 de la tarde, tras muchas risas y un buen rato remando sin parar, Judith y yo alcanzamos triunfalmente el embarcadero de Mequinenza prácticamente a la vez que nuestros amigotes. PRUEBA SUPERADA. Hemos descendido un cachito del Cinca en piragua.

Me pareció una forma muy divertida y original de pasar la mañana del domingo. Si puedo, el año que viene repetiré. Oficialmente eran 19K pero mi Garmin midió 20,5K; probablemente por todas las vueltas y giros tontos que tuvimos que dar para enderezar el rumbo. Puedo asegurar que lo pasamos en grande y nos reímos muchísimo, y eso es lo que cuenta...LARGA VIDA AL CINCA!