lunes, 9 de diciembre de 2013

XIII CASTILLAZUELO-EL PUEYO 2013

El año pasado dije que volvería y aquí estoy, contando mi tercera participación en la Castillazuelo-El Pueyo 2013 mientras hago la digestión. Carrera cortita pero intensa que se celebra en un ambiente "de andar por casa", ya que todos los allí presentes solemos vernos las caras a menudo. Perfil muy simétrico de 10 kilómetros, la primera mitad en subida y la segunda en bajada, con la ascensión al Monasterio del Pueyo en el centro. Aunque probablemente, lo mejor de todo es que la salida se da a las 12 de la mañana y no hace falta madrugar...








Tras las carreras de los pequeñines, nos toca el turno a los  mayores. Disparo al aire, salida rápida y primer encontronazo con la subida al castillo... este año brillante y resbaladiza por el hielo. Al llegar arriba el corazón ya marcha a todo gas y las piernas están calientes. Decido jugármela, no mirar el reloj y tirar todo lo fuerte que pueda. Por eso, la mayor parte del rato voy a la par con Nico y Fernando salvando piedras y repechos, hasta llegar a la base del Pueyo con el aire justo y necesario para subir. Coronamos en 26min26seg. Guay. 


Primer año de los tres que no necesito pararme a caminar mientras bebo agua en el avituallamiento. Buena señal. Comienzo la segunda parte con el descenso del Pueyo, donde prácticamente conozco a 2 de cada 3 que suben y no puedo evitar animar y aplaudirles. Tras la zona de trialeras, volvemos al camino de antes y toca poner la velocidad crucero. Pim-pam-pim-pam. Caracastillazuelo (en aragonés se dice así...)

Me sorprende la gente que llevo alrededor, porque los conozco y sé sobre qué tiempos se mueven. Tiempos que de momento están lejos de los mios y por eso me extraña, pero como todavía me quedan fuerzas opto por mandar a la mierda los complejos y dar el 100%. Aparezco de nuevo en la bajada del castillo con un compañero de Alcolea de Cinca que corre para Hinaco Monzón. Como en esa zona no da el sol (punto negativo para el arquitecto románico de aquel entonces), el hielo sigue ahí tan pancho y dado que la pendiente es considerable, los resbalones también lo son.




En el puente de piedra de la entrada está mi madre haciendo fotos. Cuando me ve llegar, se asusta y grita: "pero hijo mio, ¿qué haces aquí tan pronto?" Maravilloso. Ese es el tipo de confianza que todo el mundo espera de una madre jajajaj Los últimos metros ya son para dejarse llevar y disfrutar de la recta de meta, formada por un pasillo de niños con las manetas puestas para chocar. Una gozada. Tiempo en meta: 47min21seg. Posición 33 de 136 participantes. Un pelín más de tiempo que el año pasado pero también más distancia, así que en cuanto al ritmo he ido más rápido. Chachi. Muy contento con mi actuación.











Y tras ver las llegadas del resto de participantes....chan-chan-chan-chan-chan-chan-channnnn. Longaniza a la brasa, pan y vino. ¡Como debe ser! ¿Qué es eso de terminar y marcharse a casa a poner la foto en el Facebook y beberse un Isostar? Un corral, un fuego, una parrilla, amigos, buena conversación y bien de carne. Así da gozo correr cosas de estas.


















Otro año que la cita de Castillazuelo no defrauda. En 2014 para estas fechas espero estar haciendo exactamente lo mismo que ahora. Muchas felicidades a todos los participantes y en especial a los organizadores, que se lo curran muchísimo para que tipos como yo puedan disfrutar y pasar una mañana de doming...perdón, una mañana de lunes diferente. 

Y en la sección NOTICIONES, un nuevo amigo mio de la cuadrilla que se atreve con esto del correr: bienvenido Iván!


Saludos barbastrenses!

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