II CURSA DEL PORT DE BARCELONA 2014

Sábado 14 de junio de 2014. Noche de plenilunio o luna llena. Mientras los hombres-lobo se perfuman para salir de fiesta con los amigos y los caminacorredores barbastrenses están ascendiendo al Turbón... España se inunda de carreras populares nocturnas. Será que el día no tiene suficientes horas, que ahora también pagamos por correr a oscuras...

Sea como sea, he elegido un evento que calificaré como deportivo-sentimental. Deportivo porque se trata de correr. Sentimental porque mi misión es acompañar a Judith en su primer 10K. A ella le hace ilusión y a mí más todavía, ya que una de las mejores cosas de este deporte es el buen rollo, la sintonía y la satisfacción que produce hacer una carrera junto a un ser querido. Es una sensación muy recomendable que merece la pena vivir.

Señoras y señores: así es la II Cursa del Port de Barcelona 2014.

Son las 23:27 horas y ahí estamos bajando en moto por Las Ramblas en dirección a Colón. De toda la gente que hay por la calle a esas horas, calculo que un 17% tirando por alto seremos españoles. Chinos, colombianos, holandeses, ingleses, argentinos, peruanos, franceses... GuiriLandia a tope. El factor común es que o ya están borrachos o pronto lo estarán. En cambio, nosotros somos más sosos y llevamos ropa de hacer deporte.

A las 23:45 (hora muy lógica para empezar a correr), una manada de mil y pico corredores arranca desde Colón en dirección al Puerto de Barcelona. Como era de esperar, nosotros nos colocamos al final de todo para hacer nuestra carrera sin preocuparse de los que llevamos alrededor. Objetivo: terminar con sufrimiento mínimo o nulo para Judith. Hoy al reloj ni mirarlo.

Siendo sinceros, el recorrido de la carrera es feo como el conserje del infierno. A pesar de que han abierto para nosotros la zona portuaria y es curiosa de ver, al ser de noche está todo cerrado y no hay ni un alma por el circuito. De no ser porque tenemos el  Mediterráneo a un lado y Montjuic al otro, sería como bajarse a correr un miércoles por la noche al polígono Valle del Cinca...

Nuestro ritmo es lentito pero queremos que sea así para poder ir hablando y distraernos mutuamente, ya que el paisaje no ayuda demasiado. Hace bastante calor y se nota la humedad, por lo que pronto nos empieza a brillar la frente. Yo voy vigilando sobre todo que Judith vaya bien de pulmones y que mantenga el ánimo alto, cosa que consigue sin ningún problema como una campeona. Lo está haciendo de maravilla!

El ir despacito en la zona de cola me permite prestar atención a esos detalles que te pierdes cuando vas con el cuchillo entre los dientes. Por ejemplo:

• La gente lleva la botella de agua constantemente en la mano para no tener que esperar al avituallamiento.

• Casi todos corren con música para distraer la cabeza y motivarse con algún temazo.

• Abundan las parejas jóvenes como nosotros en las que, por norma general, es el chico el que anima a la chica. ¿Cómo se sabe eso? Porque el chico habla más, hace fotos, es el que lleva las botellas de agua en la mano y en algunos casos (como es el mio) una mochileta con las llaves, el móvil, dinero, ropa para cambiarse luego, etcétera

Con todas estas circunstancias y comodidades vamos poco a poco derribando los kilómetros y repechos hasta que, tras haber atravesado la zona de rompeolas con mucho viento, llegamos a la recta de meta. Ahí ya se acaban los sentimentalismos y nos disputamos la carrera al sprint. En un foto-finish de infarto, Judith me gana por un solo segundo tras un potente ataque. Tiempo en meta: 1h14min35seg. Posición 1577 y 1579 de 1608 participantes. Despacito pero disfrutando a tope... como debe ser!

Resumiendo: un 10K que por "iniciativa propia" no hubiera hecho nunca, pero que si es por un motivo así no me lo pienso ni un segundo. Esta vez, la satisfacción al cruzar la meta ha sido triple. Judith ha luchado y cumplido su objetivo, ha quedado contenta, ha disfrutado esta primera experiencia... y para mí eso es lo que cuenta. 

Saludos barbastrenses!