Después de tanto tiempo me ha costado recordar la contraseña para entrar a escribir resúmenes de carreras en el blog, pero aquí estoy. ¡Volviendo a los viejos tiempos!. A aquellos años de Sevilla o Vitoria en los que me molaba buscar carreras extrañas e irme yo solo a hacerlas y descubrir rincones de España cualquier domingo. Entonces estaba más fuerte y ágil que ahora, pero la cabezota gorda sigue siendo la misma y reconozco que echaba de menos un domingo de esos. Y mira tú por dónde... ¡ha sido hoy domingo 31 de marzo y en Australia!
Sí, no miento, en Australia. Resulta que llevo aquí desde mediados de febrero trabajando en una bodega de Clare Valley porque en el hemisferio Sur, las estaciones van al revés y como ahora están vendimiando necesitan gente que se quiera partir el lomo por unos dólares. Era algo que me apetecía hacer hace muuuuuchos años y por fin este 2019 se han dado las circunstancias para quitarse la espinita y mejorar algo el inglés.
Vivo en Clare, dos horas al norte de Adelaida, en el Estado de South Australia. Un pueblo al borde de lo que aquí llaman el outback, que no es otra cosa que el desierto australiano. La nada más absoluta. Si cogéis un mapa satélite de Australia, veréis que la mayor parte del país es amarilla salvo algunos pasillitos verdes cercanos a las costas y especialmente por el sur. Pues bien, Clare está en el borde de uno de esos trozos verdes antes de saltar al amarillo. Y como ya podéis imaginar... ¡no he venido hasta aquí para hacer una carrera en "lo verde"!
Medio maratón de Orroroo. ¡Pero con ese nombre tan cachondo cómo quieren que no me apunte! ¿Qué creen que soy de mármol? Orroroo es un pueblo bastante feo (como casi todos los que hay por aquí) que está a hora y media en coche de Clare tirando hacia el norte. Para nosotros ya es un poco lejos, pero para un australiano conducir ese rato es como no salir de casa.
El caso. La vi en internet, me cuadraba y ahí me he plantado hoy. En Orroroo. A las 8 de la mañana. Saliendo de casa sobre las 6:30. Solo. Sin conocer a nadie ni saber qué leches me esperaba allí porque la web del evento es bastante pobre. Como el que va a un examen de 50 temas habiéndose leído 2.
Para ser yo, con demasiada electrónica encima: el Garmin, el Mp3 con música, la GoPro y una botella de agua. ¡Sabia decisión el llevar tantas zarandajas para entretenerme porque si no eso hubiera sido insoportablel! Público cero. Sombras cero. Sol todo el que quieras. Aire de cara a la ida y de culo a la vuelta. Y participantes 33. Sí, 33. Todos australianos menos un polaco y yo. ¡Éxito de convocatoria oiga!
La salida nos la ha dado con un bocinazo un hombre disfrazado de Teletubbie y la carrera la ha ganado en 1h21min un flipadillo de esos que llevan el logotipo de IronMan tatuado en el gemelo. A pesar de todos estos handicaps, he ido más rápido y fino de lo que esperaba llegando en 1h50min50seg. Parece que la "estrategia" de llevar la cámara y la música para distraer la cabeza ha funcionado. No sé, misterios del cuerpo humano...
VIDEO-RESUMEN CASERO CON LA GOPRO
Por ir finalizando, diría que con la vendimia terminada y la media maratón hecha ya puedo volver a España con los deberes hechos. Y sin duda, en lo que a terminar carreras raras y feas se refiere, creo que hoy me he sacado un doctorado Honoris Causa.
¡Saludos, litros y kilómetros desde Clare!
JAJAJA que carrerrera mas horrorros... mas chula y pintoresca. Enhorabuena, se te ve fuerte. Mada la informacion a la liga, a Brahim. Saluda a mi familia. Grande martin Q.
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