lunes, 9 de julio de 2018

LOS VINOS DE JUNIO 2018

Junio ha sido mes de cambio. Sí, otro más. Si el pasado junio 2017 anuncié que me iba de Bodega Pirineos para irme a LAUS, ahora le explico al blog que me he ido de LAUS para recalar en las filas de Bodegas Fábregas (como dirían los futbolistas). Ese "cambio de oficina" pude cuadrarlo de manera que me quedaba un mes entero sin tener que trabajar y por ello, fue un mes que aproveché para conocer bodegas de toda España. Sigo teniendo pendiente el resumen del viaje, pero por resumir digamos que estuve en el Priorat, Sant Sadurní d'Anoia, la Ribera del Duero, Navarra y Jerez.

De aquellos viajes ya puse algún vino el mes pasado y en esta ocasión también hay alguno que me traigo del sur...

VALDESPINO MOSCATEL VIEJÍSIMO TONELES. Moscatel 100%. Valdespino. DO Jerez-Xérès-Sherry (España)

Empecemos por Jerez, por supuesto. Aprovechando mi mes ocioso y que coincidían las fechas, este año no pude dejar pasar la oportunidad de ir a Vinoble 2018: la feria de vinos dulces y generosos más importante del mundo. Se celebra cada dos años en el Alcázar de Jerez y es un auténtico espectáculo desde el primer hasta el tercer día. El ambiente es maravilloso, el tiempo perfecto, la organización espectacular y el ir y venir de frikis del vino es inigualable.

Fui solo, como a todos los viajes de este mes. Cogí un avión Barcelona-Jerez que me salió baratísimo y me alojé en lo que pensaba que sería una pensión de mala muerte pero que terminó siendo un chollo. Aunque el viaje fue por mí cuenta, allí conocía a una persona que no es ni más ni menos otrp que mi querido Carlos Álvarez, ese sommelier barcelonés experto en vinos generosos que ya ha aparecido varias veces por este blog. Como no podía ser menos, él es un habitual tanto de Vinoble como de las bodegas de Jerez y estando junto a él pude aprovechar y aprender muchísimo más.

Por ejemplo. En un momento determinado me llevó al stand del Grupo Estévez (ese importante grupo bodeguero que hace todo el alcohol de garrafón del Mercadona) para probar de arriba a abajo todos los vinos de Valdespino. Entre todo aquel sinfín de botellas (entre ellas algunas tan conocidas como la manzanilla La Guita, el fino Ynocente o el amontillado Coliseo) había una muy pequeñita pero muy cara y con una etiqueta muy chula que se llamaba Moscatel Viejísimo Toneles. Como nombre no es excesivamente comercial pero como vino... ¡cuidaaaaaao!

Yo no sé cuántos años tendrá eso, pero es un monovarietal de Moscatel que puedo asegurar que es el vino más largo y más intenso que he bebido nunca, de aquellos que tapan a los que bebes después y que pasado un rato siguen allí dando vueltas por la boca. Increíble de verdad. Por algo le darían los 100 puntos Parker y tiene el precio que tiene aun siendo una botellita de 3/8 de litro...


OMERO CHARDONNAY 2015. Chardonnay 100%. Omero Cellars. Willamette Valley, Oregon (Estados Unidos) 

No soy mucho de este tipo de vinos... pero reconozco que Omero me cayó en gracia. Con "este tipo de vinos" me refiero a aquellos que te los presentan turbios, con el cuento de la levadura autóctona, sin filtrar, sin estabilizar y todo eso. Algunos están muy buenos, pero hay muchos que se escudan en ese argumento para justificar lo mal que huelen por mucho que te digan que eso es "porque es natural".

En fin, debates aparte este es un vino estadounidense del estado de Oregon. Una región situada al noroeste del país entre California y Washington. Por tanto, zona vitivinícola fría que trabaja bien las variedades de uva de clima fresco como por ejemplo la Pinot Noir. Pero en este caso hablamos de un blanco elaborado con Chardonnay que me gustó sobre todo por su frescor.

Tiene una acidez bastante alta que se traduce en chispa y tensión en boca, que para estos primeros días de verano no va nada mal. Como podéis ver en la foto, es turbio a tope por lo que supongo que no está filtrado ni clarificado ni nada de nada. Eso sí, este olía y sabía bien ;)


FÁBREGAS MORISTEL 2016.  Moristel 100%. Bodegas Fábregas. DO Somontano (España)


Pues sí, como he dicho en la intro: he vuelto a cambiar de trabajo aunque sigo sin moverme del Somontano. He cambiado la camiseta de LAUS por la camiseta de Fábregas y, de momento, estoy muy contento con el cambio. En LAUS no encontré lo que esperaba encontrar y en un momento dado recibí una llamada de Gonzalo diciéndome que necesitaba una persona para bodega, campo, visitas y todo un poco.

Hace dos años que gestiono las RRSS de Fábregas y por tanto, conozco bien la casa y a los que trabajan allí dentro. Mi objetivo es sustituir progresivamente a Ramón, el bodeguero que en la empresa nada más y nada menos que 47 años. ¡Ahora mismo el hombre que más tiempo lleva trabajando en una bodega del Somontano! Empezó a los 14 y ahora tiene 61, por lo que al hombre ya le toca empezar a pensar merecidamente en la jubilación.

El caso es que ahora en Fábregas hago (hacemos) de todo: bodega, viña, laboratorio, visitas, redes sociales... ¡era justo lo que quería! Y de todos los vinos que se hacen en Fábregas, me quedo con el monovarietal de Moristel que se elabora desde la añada pasada. Una uva autóctona del Somontano que ha desaparecido masivamente los últimos años y que ahora, personas como Gonzalo, están tratando de recuperar. Si no lo habéis probado, hacedlo porque vale mucho la pena.

¡Saludos, litros y kilómetros desde Barbastro! 

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