domingo, 28 de octubre de 2018

LOS VINOS DE SEPTIEMBRE 2018

Va a ser la primera vez desde que hago esto de los Vinos del Mes que los 3 elegidos corresponden al mismo día. Ocurrió el domingo 16 de septiembre en la terraza de mi ático (de alquiler, pero mío de momento) y, como dicen en las películas, fue una velada memorable.

Pues resulta que con Judith invitamos a comer a mi jefe y a su esposa o, dicho de otra manera más llana y amistosa, a Gonzalo y Laura. Dado que era un día precioso y la audiencia sabía de buenas botellas, decidí tirar la casa por la ventana y sacar 3 de los mejores vinazos que guardaba mi colección particular. Vamos... ¡que me quise hacer el shulo y saqué a pasear la artillería pesada!




OREMUS MANDOLÁS 2014. Furmint 100%. Tempos Vega-Sicilia. Tokaj (Hungría)

Así, por empezar con algo. Hay un viñedo en el noreste de Hungría que se llama Oremus, dentro del cual hay una parcela de uvas blancas de Furmint denominada Mandulas y que ambas pertenecen a una firma española que no sé, igual os puede sonar. Vega Sicilia se llama. ¿Os dice algo ese nombre?

Vega Sicilia es una de esas marcas que todo el mundo ha escuchado y que inconscientemente relacionamos con algo de calidad aunque el 95% de los mortales ni la hayamos olido. Pasa lo mismo con otras firmas como Rolex, Ferrari, Patek Philippe, Chanel, Versace y toda esa banda. Todos las conocen pero muy pocos las disfrutan.

Afortunadamente Vega Sicilia también produce vinos que, aunque sigan picando al bolsillo, son asequibles para darse un capricho muy de vez en cuando. Son los Pintia en la DO Toro, Alión en Ribera del Duero, Macán en Rioja y Oremus en Hungría. Todos caros pero bueno... ¡para un día suelto que te vengas arriba pueden ser una buena opción!

Los Oremus húngaros son generalmente tan dulces que su clasificación se realiza en una escala de dulzor con una medida que se llama puttonyos, pero eso ya será para otro día. La particularidad del Mandolás y que le hace tan especial es que, aparte de ser hijo de Vega Sicilia, es un vino blanco seco. O sea, similar a los que hacemos aquí solo que en una zona donde claramente predomina lo dulce.

Me gustó muchísimo cómo olía. Un aroma fresco, potente, tirando a la fruta madura y muy largo. En boca estaba igualmente rico aunque, quizás por las expectativas que te genera, no tanto como lo esperaba. Es decir, muy bueno pero no sorprendente. De cualquier forma, un vino con el que quedar bien en la mesa, bien sea por su calidad o por sus la emoción que despierta sus "apellidos" ribereños.



LES HAUTS DE SMITH 2013. Merlot y Cabernet-Sauvignon. Château Smith Haut Lafitte. AOC Pessac Léognan, Burdeos (Francia)


Le tengo especial cariño a esta bodega. Y diciendo esto pudiera parecer que esté harto de beber sus vinos o de pasear por sus instalaciones... ¡pero qué más quisiera yo!. Lo que ocurre es que cuando trabajaba en la tienda de Barcelona, una de las primeras botellas que probé de Burdeos y que podía considerarse un gran vino fue un Château Smith Haut Lafitte. Era una botella magnífica no recuerdo de qué año, pero me alucinó y se me quedó grabada. Probablemente me ayudó a retener mejor su nombre el hecho de que, dentro de las barbaridades de precios que hay por Burdeos, este château es de los más económicos ya que no es de los "primeros espada".

Algo más tarde, en diciembre del 2017 volví a tomar otra copa en Barcelona de la añada 2006 y flipé de nuevo. Así que no es de extrañar que unos pocos días después, aprovechando que estaba en Burdeos con Judith para pasar la Nochevieja por allí, uno de los vinos que me traje para casa fuera de esta bodega. El caro no, por supuesto. Me tuve que conformar con su segundo vino que se llama Les Hauts de Smith.

Y ese fue el vinazo que saqué en la susodicha comida de la terraza el 16 de septiembre. Alucinamos. ¡Qué cosa tan buena copón! Tenía muchas de las cosas que le puedes pedir a un vino: jugosidad, sabor, potencia aromática, buen tacto, persistencia. ¡Una maldita maravilla embotellada! Ya lo era antes pero me reafirmo en mi condición de hooligan de este château de Martillac perteneciente a la zona de Pessac-Léognan, entrando a Burdeos por la autovía conforme vienes de España.



FRONTONIO GARNACHA SPECIAL CUVÉE 2016.  Garnacha 100%. Bodegas Frontonio. IGP Valdejalón (España)


Segundo vino que pongo de esta bodega en el blog tras el Botijo Rojo 2015. Aquel me llegó a casa por Wine Is Social pero en cambio, este lo bajé a buscar a una tienda de vinos de Monzón que anunció en su Facebook que tenía únicamente 2 botellas y que se las quedaría el primero en llamar o pasar a pagarlas. Yo llamé rápido, pregunté el precio, me lo pensé, confirmé y fui a por ella. El resto de la historia se escribe el ya famoso 16 de septiembre.

Me gustó mucho la definición que hizo Gonzalo como "un vino de pueblo pero bien hecho". Es decir, una Garnacha pura y dura con la rusticidad y autenticidad que se le exige a un vino casero pero bien fermentado, bien terminado y muy bien elaborado a fin de cuentas. Para que nos entendamos: un vinazo. 

Fernando Mora MW sigue sorprendiendo al mundo con sus microvinificaciones en Épila y que siga la racha. ¡Aragón power!


¡Saludos, litros y kilómetros desde Barbastro! 

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